sábado, 7 de enero de 2012

Hoy: Otros modos de disfrutar el Vino


Los tragos estuvieron siempre al alcance de la mano, pero desde hace un tiempo son una moda. Hay infinidad de combinaciones nuevas, pero también ganaron su espacio los clásicos aperitivos. Y, ahora,  más aún, porque es una buena combinación trago y aire libre. Y si se trata de compartir, es bueno prepararlo en jarra, un elemento que volvió con fuerza. La jarra está presente en bares, restaurantes y fiestas privadas.
Si armamos una reunión en casa, tenemos la opción de contratar una barra, que también está muy de moda, o podemos poner manos a la obra y sorprender a nuestros invitados. Es importante contar con lindas jarras o poncheras y, sobre todo, mucho, mucho hielo, porque es la base para comenzar con la preparación. Si vamos a preparar tragos con vinos, hay que buscar etiquetas de calidad. No se trata de elegir un vino premiúm, pero será la esencia del trago y elevará su nivel. Si preferimos el vino blanco, hay que saber que esta bebida va muy bien con algunas hierbas, como el tomillo o el romero, y con frutas de estación, como los damascos y duraznos. Si partimos de vinos tintos, se puede ofrecer la tradicional sangría, que no puede fallar. Su preparación es muy sencilla: vino tinto joven y frutado, cáscaras de naranja, un licor de naranjas (aunque algunos optan por ron o brandy), algo de hielo y azúcar. Otro muy conocido y fácil de hacer es el clericó. En este caso es indistinto si el vino es tinto o blanco. Además del azúcar y un destilado, al vino se le agrega frutas, que con el correr de las horas se van embebiendo en el alcohol y a la vez ceden el azúcar y sus sabores. Para hacer en jarra, también es ideal el Gin Tonic, que requiere un buen gin y agua tónica, y, para aromatizar, piel de lima o limón. Con Campari y jugo de naranja se puede preparar el Garibaldi. En este caso, rodajas finas de naranja para decorar. La Hesperidina, elaborada con la cáscara de naranjas amargas, es el aperitivo nacional, y puede resultar muy novedoso elegirla para armar un trago. Se puede combinar con agua tónica, con gaseosa de pomelo y gajos de pomelo, con diferentes frutas e incluso con espumantes. Para servir en vaso, no olvidarse del fernet con bebida cola y, por supuesto, de los aperitivos amargos tan tradicionales en la mesa argentina. En algunos países y para algunos consumidores, también es costumbre iniciar la comida con un whisky u otras bebidas logradas a partir de una destilación. Siempre es una opción y cada persona elije lo que más le gusta, sólo es conveniente evaluar si la posterior elección del vino que acompañará la comida podrá sostener todos sus atributos, teniendo en cuenta que se parte de una bebida con una mayor graduación alcohólica. Otro clásico es empezar con una copa de Jerez, un vino fresco que es favorito en muchos hogares. Claro que no se puede hablar de aperitivos sin mencionar a los vinos espumantes. Más allá del país de origen, tanto blancos como rosados, en los estilos brut o extra brut, que son los más secos, las burbujas son favoritas y culturalmente muy asociadas al festejo, pero han ganado espacio y ya se las tiene en cuenta todo el año. Fuente: el clarín.com.