La ministra de Exteriores entrega la Gran Cruz del Mérito Civil a Juan Mari Arzak, Ferran Adrià y Santi Santamaria, a título póstumo.
"La alta cocina ha hecho de España una gran referencia mundial. Los cocineros son auténticos embajadores de la marca España por el mundo", ha asegurado hoy orgullosa la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Y en su casa, el palacio madrileño de Viana, ha sido anfitriona de quienes "han hecho de la hospitalidad y del servicio una labor importantísima". Como "ciudadanos ejemplares" (según el papel oficial), los cocineros Juan Mari Arzak y Ferran Adrià han sido condecorados con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil. El reconocimiento a sus méritos, decidido en Consejo de Ministros y aprobado por el Rey, fue decidido en 2009 (con Moratinos como titular de Exteriores y con el ex ministro Abel Matutes como impulsor de la idea). En marzo de este mismo año se añadió a título póstumo otro ciudadano cocinero, Santi Santamaria(fallecido en febrero pasado) pero la cruz la recogieron su esposa Àngels Serra y su hijo Pau. Y otro "orgulloso servidor público", Joan Mesquida, secretario de Estado de Turismo, ha recibido las correspondientes banda y medalla por su impulso a "un sector clave en la reactivación de la economía", ha subrayado la ministra. Cocineros y políticos trabajan juntos en eso de que la marca España llegue a las bocas de todo el mundo. La internacionalización de la tapa es una de las tareas conjuntas, ha recordado Adrià,mundializador de la cocina española. "Si consiguiéramos montar 50.000 bares de tapas por el mundo se venderían al día 100.000 botellas de aceite", ha apuntado el chef de elBulli. "La gastronomía supone el 12% al PIB", ha añadido Matutes, presidente de la Mesa de Turismo. Y Mesquida ha corroborado que "el turismo se revela una vez más como un sector de gran fortaleza". Arzak y Adrià han evocado al chef de Can Fabes como "un cocinero irrepetible". Con restaurantes en Singapur y Dubai, el legado de restauración nacional e internacional de Santamaría seguirá activado por su familia, señalaron su mujer y su hijo. Y a propósito de la tradición familiar, Arzak ha aprovechado el acto en el Ministerio de Exteriores para aplaudir que su hija Elena haya sido nominada por la revista Restaurant al premio de cocineras más influyentes del mundo. "Es una suerte que te premien por lo que te gusta hacer", ha declarado el veterano chef vasco, y ha logrado un deseo que había manifestado entre bromas: "Quiero que la banda me la ponga Cristina, su bautizo y su comunión se celebró en mi restaurante". Dicho y hecho, la ministra Jiménez fue diplomática y la ministra Garmendia, ha condecorado a su ilustre paisano. La ciencia y la innovación culinaria también se premiaba. Fuente: el país.com.