A mi hijo le gustaban mucho los huevos cuando era pequeño, y me los pedía muy a menudo. Pero cuando mi madre supo que era un alimento muy presente en su dieta puso el grito en el cielo, de manera que siempre andaba ocultándole la cantidad y frecuencia con que se los daba para comer o cenar.
Estaba convencida de que no podían ser malos y de que no engordaban más que otro tipo de alimentos, aportando nutrientes, pero me sentía como una traficante de huevos, falseando su presencia en mi cocina. Estamos acostumbrados a recibir noticias sobre la bondad o maldad de algunos alimentos, a los que se tacha durante años de ser nocivos, para descubrir más tarde que no solo estábamos en un error, sino que además estos están llenos de beneficios para la salud, como ha sido del caso del aceite de oliva. Parece que ahora empezamos a ver la luz en cuanto al huevo, del cual nos hablan en Vitónica como una buena fuente de proteínas y un alimento coadyuvante en la pérdida de peso. Nuevos estudios realizados, han demostrado que el consumo de huevos no hace que el nivel de colesterol en sangre aumente si se consume un huevo al día, contra los consejos de antaño que indicaban un límite en el consumo de cuatro piezas a la semana. Pero si cabe, la conclusión más sorprendente se refiere los resultado de otro estudio en el cual las personas que comieron dos huevos diarios durante ocho semanas perdieron un 65% más de peso y una mayor disminución de contorno de caderas que el resto de sujetos estudiados. Fuente: directo al paladar.